Un soldado israelí murió hoy por disparos de arma de fuego de militantes palestinos desde la Franja de Gaza, que desencadenó una operación militar masiva de Israel contra el movimiento islamista Hamás.

"Durante el incidente, un escuadrón terrorista disparó contra las tropas del Ejército y el soldado resultó gravemente herido", informó el Ejército que confirmó la muerte después de notificarlo a la familia.

La nueva escalada de tensión comenzó cuando militantes palestinos dispararon contra tropas del Ejército israelí apostadas en la frontera.

Tres militantes del brazo armado de Hamás, las Brigadas Qasam, murieron durante la primera tanda de bombardeos contra ocho posiciones del movimiento islamista en respuesta inmediata a los disparos, tras lo que Israel anunció la operación masiva.

El Ejército atacó 15 objetivos militares del batallón del vecindario de Zaitun en el norte de Gaza y 25 posiciones en Jan Younis, contra infraestructuras y equipamientos, en esta última ubicación incluido un almacén de drones, informó el Ejército.

Las milicias palestinas lanzaron tres cohetes, dos de ellos interceptados por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro.

La inestabilidad ha aumentado en la frontera desde el inicio de la movilización de la Gran Marcha del Retorno el pasado 30 de marzo, en la que han muerto 141 palestinos por disparos del Ejército israelí, el último en la protesta de hoy viernes.

Israel considera que Hamás utiliza estas protestas para dañar la valla de seguridad, infiltrarse y cometer atentados y ve con especial preocupación el lanzamiento de globos y cometas incendiarias que han provocado más de 700 incendios en territorio israelí.

Las autoridades israelíes restringieron como advertencia las transacciones comerciales en el paso de Kerem Shalom, el único cruce comercial con Gaza, bajo bloqueo desde hace once años, agravado por el cierre habitual del paso fronterizo con Egipto.

El ministro israelí de Defensa, Avigdor Lieberman, advirtió hoy que Hamás será responsable de toda la "destrucción y víctimas" que puedan producirse si continúa el lanzamiento de cohetes.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reunió al Gabinete de seguridad en Tel Aviv para evaluar la situación.

La tensión alcanzó su pico más alto el pasado sábado con la mayor escalada desde la operación militar de 2014, cuando las milicias palestinas arrojaron más de 200 proyectiles hacia Israel, a lo que la aviación israelí respondió con un operación militar de 24 horas.

EFE